En mi caso, la inspiración me vino ayer. Estaba viendo un capítulo de la segunda temporada de Héroes cuando, sin que tuviera nada que ver con la trama del capítulo en cuestión, apareció en mi mente la pieza que me faltaba a un puzzle que llevaba un año tratando de cerrar.
El puzzle en cuestión es una campaña autojugable para la línea Nosolod20 (a partir de este año, NSd20, con la salida del manual básico) que le propuse a Manuel J. Sueiro, editor de NSR, en una de nuestras largas conversaciones telefónicas hará como un año, aproximadamente. La trama de la historia estaba clara, al menos en líneas generales, y sabía cómo quería que fueran algunos de los personajes implicados en la historia, pero había uno que se me escapaba. Pues bien, ayer mientras yo veía el capítulo de Héroes se presentó ante mi, me dio los buenos días y se quedó a ver el capítulo conmigo. Figuradamente, ya me entendéis...
La cuestión es que el personaje no salió ni de los de la serie ni de una de sus tramas (eso se llama plag... digo, homenajear), sino del “ambiente” de la serie. Hubo una mención a un hecho de la primera temporada que me hizo recordar cierto arco argumental y ¡Tachán! ahí estaba, una pequeña característica para incorporar a uno de los personajes que hacía que dejase de ser un mero relleno y ser convirtiera en un personaje con carácter. Obviamente, al acabar el capítulo saqué las pocas notas que tengo del proyecto por el momento y añadí esos detalles.
Esto es un ejemplo de lo que ocurre cuando uno se dedica a “jugar con las ideas”, como suelo decir, a pensar en ellas en lugar de obsesionarse con buscarles una solución inmediata. ¿Qué es lo bueno? Pues que obtuve una respuesta que necesitaba desde hace tiempo, ¿Qué es lo malo? Que desde entonces cualquier otra de las cosas en las que estaba pensando ha estado eclipsada por esa idea, y que tengo ganas locas de ponerme a escribir eso y dejar todo lo demás. ¿Qué voy a hacer? Pues seguramente defina un poco más esas ideas y luego lo deje aparcado de momento, por muchas ganas que tenga, porque hay cosas que sé que me apetece escribir antes, aunque ahora esté entusiasmado por la idea. Esta es una de las ventajas que tiene escribir rol aquí y ahora, que por lo general tienes libertad para escribir lo que te dé la gana, porque, para bien o para mal, no vives de ello.
¡Que tengáis muchas ideas fructíferas de aquí al puente de mayo! (Bueno, y después también...).
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