Organizar el libro (II parte)

Ayer hablábamos de la organización "externa" de los capítulos, y ahora nos toca ocuparnos de la interna. Así que sin más vamos a ello, que el asunto tiene tela.

Como ocurría en el caso anterior, no existe una única manera de organizar el contenido de un capítulo, aunque sí existe una clave que debe guiarnos siempre por todo el proceso: claridad. El texto debe organizarse de forma que al lector le quede clara la película que le estamos contando, y si no le queda malo. Todos tenemos en mente juegos que una vez los ves en marcha te parecen geniales, pero que en su momento cuando tratamos de leernos se nos atascaron, ¿verdad? no sólo por las reglas, que es lo más frecuente, sino también por la ambientación. Éso es un problema muy grave, porque puede suponer la diferencia entre que el libro se quede criando polvo en la estantería o que se convierta en algo utilizado en los grupos de juego.

Pero, ¿Cómo conseguir un texto claro? aunque te parezca aburrido, piensa en un texto de cuando ibas a la facultad o al instituto, en el documento que os dieron en el curso de formación en la empresa, en un juego que para tí sea especialmente claro o lo que sea. Seguro que todos ellos tienen en común algo, y ese algo es la claridad que tenemos que conseguir.

Las directrices principales que yo sigo para tratar de hacer el contenido legible es:

-Frases lo más claras posibles. Como todos sabemos, el estilo con el que escribimos el libro también nos ayuda a transmitir la ambientación, pero también es cierto que si creamos un ladrillo, no se lo querrán leer ni nuestros mejores amigos.

- Mantener el hilo del discurso. Todos tenemos muy interiorizado el discurso de "La regla de oro es que no hay reglas", "Este es un juego narrativo, las tiradas sobran" y otro montón de tópicos que nos gusta leer en los manuales. Bien, muchos de esos tópicos son ciertos y son estupendos, pero no hace falta regodearse en ellos. Si cada dos líneas estás recalcando que este libro es la caña porque es muy narrativo y porque tiene veinte apéndices te quedará un texto muy difícil de leer de forma continua. Salvo que el libro que estés escribiendo sea en un formato de hipertextos enlazados unos con otros, no es nada recomendable hartarse a hacer referencias.

- Mayúsculas para los términos técnicos. Muchos libros no siguen este consejo, pero para mí si es importante. Si escribo "una tirada de escalar" y el juego tiene una habilidad que se llama "Escalar", todos entendemos que se refiere a esa habilidad, pero si no conocemos a fondo el juego o si buscamos la información rápidamente porque estamos en partida, agradecemos que ponga "una tirada de Escalar", resaltándose así la palabra en el texto.

- Ejemplos a tutiplén. Cuando escribía la sección "Tras la Pantalla" para la revista de Nosolorol me comentaron en más de una ocasión que les resultaba curioso como metía tantos ejemplos y lo útiles que resultaban. Yo creo firmemente en eso. Los ejemplos son muy útiles para reforzar las ideas que estamos exponiendo ante el lector, y no sólo se aplican en las partes del libro que correspondan al reglamento. Si estamos describiendo una región de nuestro mundo de juego, podemos poner ejemplos de personas que las pueblan, con su nombre, una pequeña descripción de su historia y sus objetivos, e incluso algunos rasgos de juego. Esto permite al Director de Juego imaginarse alguno de estos "habitantes típicos" y también le serán de ayuda para utilizarlos como pnj o lo que estime oportuno.

- Prueba empírica. Bien, ya has redactado tu texto. Estupendo... ahora levántate, póntelo delante y léelo en voz alta, como si estuvieras leyendo en clase. Bien, ahora toma nota de todos esos puntos donde te ahogas porque no hay comas para hacer pausas, esos párrafos que según los lees te hacen pararte porque no te enteras de lo que estás leyendo... ¡esos son los párrafos que hay que revisar!

Y bueno, por hoy está bien. Mañana viernes concluiré este ciclo de atualizaciones con la tercera parte de este "Organizar el libro", donde hablaré de casos concretos (Ejemplo: ¿capítulo de combate separado del de reglas?) y comentaré algunas de las cosas que hice yo en cada caso. A partir de ahora actualizaremos con menos frecuencia, pero con las mismas ganas :)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesantes las dos partes. Felicidades por el blog; ha empezado con buen pie.

Pablo Valcárcel dijo...

Personalmente yo soy un firme opositor a lo de poner los términos de juego en mayúsculas. Creo que si un texto está bien escrito y es claro, no habrá confusión a la hora de interpretar los términos (y saber si haces referencia a una regla particular del juego o por el contrario a algo más general).

Pero en última instancia supongo que se trata de un mero criterio estético. Me figuro que el resaltar los términos de juego le da al texto un aire más técnico, mientras que el no hacerlo en cambio es más literario.

En cualquier caso me ha parecido tremendamente interesante el artículo, sigue así Pedro J.!!! :-D

-Pablo

Pedro J. Ramos dijo...

Interesante cuestión, amoromancer. Desde luego, como bien dices deejarlos en minúsculas es más "literario", pero por bonito que sea leer un libro de rol, su objetivo final es ser utilizado en juego, y a mi juicio (recalco lo de que es una opinión personal, seguramente influida por mi miopía xD) percibo más rápido las mayúsculas a lo largo del texto en un vistazo rápido, permitiéndome fijarme en Cabalgar en medio de un texto como éste, de manera que de un vistazo rápido durante la partida sé qué habilidad hay que usar en menos tiempo.

También, como siempre, depende del juego. En nuestro querido "Unknown Armies", donde existen muy pocos términos técnicos,´o en los juegos donde los jugadores definen los nombres de sus habilidades, puede que sea más apropiado quedarse en minúsculas, pero en otros juegos más "tradicionales" me parece muy útil.

Gracias a ambos por pasaros, espero que disfrutéis del blog.

Delfar dijo...

Yo creo que los términos de juego deben ir en mayúsculas porque además de verse se diferencian de cuando estás hablando de la acción u objeto que toma nombre, en un juego no es lo mismo que Escalar, que escalar. Por ejemplo en la frase: la dificultad de la tirada de Escalar irá subiendo dependiendo de la meteorología y la altura, así que si se pone de repente a llover deberías escalar la dificultad de Normal a Difícil. Creo que inconscientemente todos vemos que está en mayúscula porque son el nombre de un término de juego y no solo por el significado de la palabra que de otra forma podría parecer fuera de lugar.

Aprovecho para reportar otra erratilla ya que el blog merece el mejor aspecto posible: Al final de "Organiza el libro (II parte)" al final de Prueba empírica (además de la tilde de la esdrújula) se intercambiar las letras en el "porque" y pone "proque".

Felicidades por este blog.

Pedro J. Ramos dijo...

Como ya dije, yo estoy con Delfar. Anotadas las erratas y paso a corregirlas ahora mismo, ¡Muchas gracias!

Pablo Valcárcel dijo...

Y yo humildemente me mantengo en mis trece :-). En el ejemplo que pone Delfar yo pondría escalar en minúscula, porque se entiende perfectamente. Lo que sí haría en cambio sería cambiar el segundo "escalar" (el de escalar la dificultad) por un aumentar o subir, para que no indujese a confusión como en cualquier otro texto en el que se usen términos repetidos :-).

No puedo discutir que las mayúsculas tal vez puedan permitir una localización de ciertas palabras más rápida dentro de un párrafo de texto, pero me parece que hoy por hoy los típicos términos que usamos en los juegos son lo suficientemente claros como para no tener que tratarlos como términos técnicos sino como a palabras de uso normal.

De todas formas como siempre insisto en que es una opinión puramente personal :-).

Anónimo dijo...

Entiendo tu enfoque, pero no lo comparto. Para tí o para mí son los típicos términos, pero lo ideal es que también haya gente que lea esos textos que puede ser la primera vez que tiene un juego de rol entre manos o que está empezando a introducirse y más vale pecar de cauto que luego tener un montón de gente que no entiende el texto o no se aclara por ahorrarse una mayúscula.

Además creo que es una recomendación como cualquier otra (bastante buena en mi opinión) y cada uno es libre de seguirla o no.

Lo que no veo es que ventaja reporta el no usar la mayúscula frente al usarla.