Vamos a continuar con los artículos dedicados a la producción de material, o más concretamente con la generación de ese material, con "parir" la idea antes de ponernos a teclear como locos. En el mundo del rol, afortunadamente, solemos encontrarnos con individuos de lo más ingenioso, así que tener la idea no suele ser el problema, el problema suele ser desarrollarla. Y hoy he decidido revelaros una de las formas con las que suelo resolver la cuestión. Lo llamo "jugar con las ideas".
Habitualmente las ideas que tenemos son, por lo general, bastante generales, se basan o bien en una imagen concreta ("Un módulo en el que los personajes descubran que el villano es uno de ellos") o con fragmentos dispersos ("Un juego de alienígenas, magia y elfos"). En cualquiera de los dos casos, ponerse a escribir directamente no suele ser una buena idea porque corremos el riesgo de que el resto de cosas que escribamos, como la trama del módulo de nuestro ejemplo, sea endeble porque lo único que nos interesa es contar esa idea que hemos tenido. Pensar un poco más las cosas suele garantizar un mejor resultado, más coherente y por lo general de más calidad.
Pero seguramente, como me ocurre a mi, no tengáis demasiado tiempo entre el trabajo, la vida familiar, etc. para sentaros a ordenar vuestras ideas. Es entonces cuando podemos aprovechar para "jugar" con las ideas. Imagínate el tiempo que empleas a diario caminando al trabajo o en el transporte público. Y ahora imagina que en lugar de leer el diario gratuito de turno o mirar a la gente que pasea por la calle lo que haces es darle vueltas a la idea, no sólo pensar ella, sino expandirla poco a poco, incluso pensando en las cosas que pasan a tu alrededor o en la música en que escuchas. No sé vosotros, pero yo tengo canciones que me recuerdan irremediablemente a alguna partida que he dirigido porque la ideé mientras escuchaba esa canción.
Las ventajas de darle vuelta a las ideas en estas circunstancias son que aprovechamos el tiempo (no empleamos tiempo que necesitamos para otras cosas) y que nos obligamos a expandir la idea a fuerza de pensar en ella. Por ejemplo, si camináis cada día 10 minutos para ir al trabajo o lo que sea, estaréis dedicando hasta 100 minutos a la semana dedicados a la pura creación. Donde más lo he utilizado hasta el momento es en los módulos: pienso en los posibles cursos de acción, lo que ocurre por la calle o por la radio me evoca personajes y situaciones, etc.
Desde aquí os animo a probarlo, y luego nos contáis qué tal os ha ido. Eso sí, si sois vosotros los que conducís, mejor os saltáis esta entrada, ¡No queremos accidentes de tráfico!
6 comentarios:
Muy interesante este tema (además, en mi opinión, es en el desarrollo de una idea donde el artista "se la juega"), espero que sigas ampliando el post.
Si se me permite una sugerencia, me gustaría ver un tema sobre "trabajo en equipo" desde la perspectiva del escritor (cómo organizarse, buscar metas comunes, el papel de Internet en este tipo de colaboraciones, etc.). ¿Qué recomendaciones darías para desarrollar una idea entre varios autores? Un saludo ;)
Realmente me ha parecido muy acertada esta entrada. Parece algo la mar de simple y básico, algo que no hace falta ni explicar, pero la verdad es que aprovechar esos pequeños ratos del día como pueden ser los caminos 'hacia' o 'desde' el transporte público y símiles para interiorizar y refinar las ideas, es algo que muchos obvian y desaprovechan.
Saliéndome un poco del tema en cuestión y generalizando, este tipo de alquimia de las ideas es muy necesaria hoy en día, sobretodo en nuestra cultura occidental, ya que nuestra falta de costumbre cultural en dedicar tiempo a interiorizar, hace que no se digieran muchas cosas que realmente pueden tener verdadero potencial, o ser importantes para nosotros, dejándolas en meros flashes mentales desaprovechados y perdidos en el limbo (sorry por la divagación, pero como practicante de artes marciales chinas que soy, es un tema que me fascina :P).
Como curiosidad, creo que sería cojonudo expandir el tema con consejos o ideas sobre metodologías para anclar esto mismo, léase llevar libretas y apuntar conceptos, escribir pequeños fragmentos , una grabadora, etc. Vaya, qué hace la gente o sería interesante hacer para que este tipo de trabajo creativo no se olvide al llegar a casa.
Muy buena entrada, Pedro J.
Muchos escritores opinan que hay que ir siempre con una libreta a todas partes porque la inspiración puede aparecer en cualquier momento.
A mí me pasó una vez volviendo en autobús desde el instituto (dios mío, ¡hace ya más de quince años!): se me ocurrió un nombre PERFECTO para un personaje. Y cuando llegué a la casa de mis padres, se me había olvidado.
Algún día tendré que buscarlo en alguna de esas bibliotecas de otras dimensiones donde se guardan todas las cosas que se han perdido ;).
Yo me uno al club de los "Portadores de Libretas", y es que resulta una herramienta de lo más útil cuando no andas en casa o cerca del ordenador/block de notas...
Otra cosa que me apasiona es la "Lluvia de Ideas". Plantearme un día a la semana en la que me siento delante de un papel y me tiro de 15 a 30 minutos planteándome ideas para módulos, personajes, situaciones...
Realmente esos pequeños ratos que todos tenemos que pasar cada día de camino a alguna parte o esperando algo son los mejores para poner a funcionar la imaginación. Pieza a pieza se acaba formando un todo que puede dar mucho juego.
Un amigo y yo también estamos creando un juego de rol y la verdad muy buenas ideas surgen así.
Saludos!
"Vaya, qué hace la gente o sería interesante hacer para que este tipo de trabajo creativo no se olvide al llegar a casa."
Yo siempre llevo encima un montoncito de fichas de cartulina y un lápiz, todo unido por una pinza sujetapapeles. Es muy útil y tiene múltiples usos.
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