Presentando tu texto a una editorial (Parte 1)

Hoy iniciamos una nueva serie de artículos similar a la que trataba acerca de las pruebas de juego, pero en esta ocasión el tema que trataremos es el de cómo presentar tu texto a una editorial. Entre los que nos dedicamos a escribir rol para el medio que sea tarde o temprano nos planteamos enviar algo a una editorial, sea porque publica un juego que nos gusta y en el que nos gustaría colaborar, porque simpatizamos con ellos o porque sencillamente vemos una oportunidad. Para quienes estáis pensando en hacer algo así, espero que estos artículos basados en mi (escasa) experiencia personal os resulten de interés.

La serie se compondrá de cuatro artículos. En el primero, que es el que estás leyendo ahora, hablaremos de algunas consideraciones iniciales, mientras que en el segundo hablaremos de borradores, documentos y formatos, en el tercero de cómo preparar el envío del material (carta o e-mail de presentación, contenido, etc.) y por último de algunas sugerencias sobre dónde y qué tipo de material enviar. Y ya sin más dilación comenzamos.


Si has decidido presentarte a una editorial con algo que has escrito o que planeas escribir debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Es poco probable que puedas vivir de ello, al menos en España. Si eres verdaderamente rápido escribiendo y puedes publicar un libro interesante al mes en las librerías quizá pasados unos meses, cuando te lleguen los royalties, veas que puedes tener algo parecido a un sueldo, pero personalmente no lo recomiendo si trabajas con editoriales españolas. Nuestro mercado no es ahora tan grande como para pensar en ello, así que cuanto antes lo asumas mejor.
  • Una editorial es más exigente que una página web, puede parecerte obvio, pero en alguna ocasión me he encontrado revisando un documento que me hacía dudar que quién lo envió lo supiera. Una editorial que publica un libro está pidiendo a sus lectores que gasten un dinero en él, y eso va a hacer que los lectores sean exigentes con la editorial, así que la editorial debe serlo contigo. El texto debe estar bien redactado, resultar de interés y ser consistente con el resto de la línea editorial. Esto no quiere decir que las editoriales sean duras o que vayan a estar con el látigo sobre ti… pero sí que en un documento que tenga aspiraciones de ser presentado no puedan aparecer cambios repentinos de tiempos verbales, llamar “Máster” al “Director de Juego” cuando éste es el término que se usa en el juego y cosas así.
  • Las editoriales españolas, por lo general, funcionan a un ritmo continuo pero lento. Si envías tu documento el viernes por la tarde por e-mail, es difícil que el lunes por la mañana recibas una contestación más allá de un “Lo hemos recibido y lo leeremos atentamente, gracias”. Ten en cuenta que seguramente estén trabajando en otros proyectos en paralelo y que leer con la atención que requiere tu texto lleva un esfuerzo que igual no pueden asumir de un día para otro. Sé que es difícil, pero ser paciente es una gran virtud en este caso.
  • En cuarto lugar, y entrando en algo ya más específico, trata de hacer ofrecimientos bien calculados. Me explico: si te gustaría escribir un suplemento de, digamos, Ánima, en lugar de escribirlo entero y mandarlo a la editorial a ver si lo aceptan, haz un “proyecto” en el que detalles qué tratarías en el libro y cómo lo harías en unas pocas páginas y después envíaselo a la editorial, así si no les interesa habrás ahorrado muchísimo tiempo y si les interesa estarás trabajando con cierto “colchón” y garantía (porque te darán instrucciones para amoldarse al resto de la línea, etc.). Por otra parte, si lo que envías es por ejemplo un juego nuevo, estante abierto a enviarlo a otras editoriales si es que de ésta te lo rechazan. Hablaremos más de esto en futuras entregas.
  • Por último, estate abierto al rechazo. Es una realidad, en ocasiones algo que uno consideraba que era perfectamente válido para ser publicado por una editorial resulta que es rechazado por ella. Sé que el rechazo de cualquier tipo resulta desagradable al inicio, pero puede haber múltiples razones para ello. Seguramente la editorial te las haga saber al darte la respuesta, pero si no lo hace no estaría de más el pedírselo. Si has hecho caso al consejo inmediatamente anterior que hemos dado no habrás perdido demasiado tiempo (si era una sugerencia para una línea) o podrás presentarlo a otra editorial (si es un material específico), así que las posibles “pérdidas” de tiempo y esfuerzo serán mínimas. Es muy triste encontrarse casos como el de una persona que no conozco personalmente, pero que en ciertos foros de la red criticaba por sistema a una editorial; yo desconocía el motivo, pero después lo encontré en un foro sobre escritura e ilustración en que detallaba que como ésa editorial le había rechazado un juego que había escrito estaba en contra de ellos. Si es así, es un poco triste, ¿No? Ya hay gente por el mundo que nos da suficientes argumentos para cabrearnos, como para que busquemos nosotros más, o al menos eso pienso yo.

Y bueno, por hoy está bien. En la próxima entrega entraremos a comentar cómo preparar lo que vayamos a enviar a la editorial según lo que sea, incluyendo algunos consejos para planear qué editorial puede ser la adecuada. ¡Nos vemos!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Se agredece que autores con experiencia ofrezcan sus consejos desinteresadamente.

Los escritores de andar por casa, como yo, aprendemos mucho con estos artículos.

Lo seguiré atentamente.

Pedro J. Ramos dijo...

Me alegro de que te sea útil Strawdog, si tienes alguna cuestión específica que te gustaría que tratase en el artículo no dudes en comentarlo, en el fondo mi intención al escribir esto es que os resulte de interés a los que lo leéis.

Anónimo dijo...

Hola, Pedro.
¿Podrias decirme si al ulilizar en un libro personajes, lugares o cualquier cosa de alguna película, juego u otro libro podría haber algún problema legal o algo?
¿Y al inspirarse completa o parcialmente en una película o juego?

Gracias.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pedro J. Ramos dijo...

Hola Alber:

Los juegos basados en fuentes protegidas por derechos de autor deben tener permiso para utilizarlas. Por ejemplo, el juego de Alatriste tenía que pagar un dinero a Pérez-Reverte par autilizarla. Esto lleva a que en España sean contados los juegos que utilizan ese sistema, porque el coste suele ser muy elevado como para compensar los beneficios.

Ahora bien, si hablamos de hacerlo en plan aficionado, como hemos hecho un colega y yo para World of Warcraft, ya es otro cantar. En teoría sigues teniendo las mismas pegas, pero como es material hecho sin ánimo de lucro y que en el fondo sirve de publicidad del juego, suelen ser permisivos. De todas formas, si te exigieran que lo retirases estarían totalmente en su derecho.

En cuanto a inspiración parcial, la cosa ya es más difusa. Hacer un mundo de fantasía con elfos y enanos es ya casi parte de la "cultura común". Hacer un superhéroe que se asemeja a otro también, salvo que sea una copia descarada. Esto ha posibilitado la aparición de juegos que son ideales para jugar con determinadasa ambientaciones, auqnue no se basen en ella.

Anónimo dijo...

Gracias.
¿Sabes cuánto suelen pedir por los derechos?
¿Y si usara un personaje o lo que sea igual o paredico a uno existente pero con un nombre distinto, también podrían pedirme los derechos?

Pedro J. Ramos dijo...

Sobre el precio, depende de la fuente en que te bases. Si es algo muy conocido (p.ej. El Señor de los Anillos o Marvel Cómics) seguramente será más caro que si es la primera novela de un autor que está comenzando y que prácticamente se ha autoeditado. Al final la mejor opción es preguntar directamente. Yo no tengo información de primera mano al respecto.

En cuanto a personajes semejantes, imagino que todo depende de a) lo "único" que sea ese personaje y b) la repercusión de tu publicación. Por ejemplo, yo puedo contar las historias de un niño mago en un colegio de magia, pero si tiene dos amigos, uno pelirrojo y otra muy estudiosa, y mi protagonista tiene una cicatriz con forma de sol en la cabeza... la cosa huele un poco. Sin embargo, magos ancianos y de barba blanca hay cientos en la literatura fantástica...

Anónimo dijo...

Vale, gracias.